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Tengo un grato recuerdo, muy gracioso, de este viaje. Fue cuando subimos a la fuente de agua que se llama "Ras Elma". Estábamos absortos en el paisaje, el agua suave emanaba del manantial, salté sobre una piedra para sacar una foto dentro del río y, de repente, resbalé y ¡al agua! todo mojado, hasta la ropa interior y era un dia un poco lluvioso. De verdad no sufrí ningún daño, pero tiritaba de frío por eso busqué una lavandería por toda la ciudad para secar mis ropas.
Mariam Elabbouti
¡Qué bueno! Me encantó tu anécdota, menos mal que pudiste secar tu ropa... qué suerte poder visitar una ciudad tan bonita.
ResponderEliminarSaludos cordiales, María Ángeles.
Que aventura,ojala viva alguna igual, pero en el agosto.
ResponderEliminarMelloul