MUJER MARROQUÍ

Hablar de Marruecos es hablar de una sociedad muy compleja en la cual conviven muchas estructuras que pertenecen a varias épocas históricas. Donde podemos encontrar costumbres idolátricas mezcladas con creencias musulmanas. En el mundo musulmán la mujer no goza de los mismos derechos que el hombre, se han propuesto varias razones para justificar tal discriminación, en unas ocasiones se cita el Corán, en otras las tradiciones y creencias. En muchas ocasiones se confunde la situación de injusticia y desigualdad que vive la mujer marroquí en nuestra sociedad con su apariencia con el velo o el pañuelo como una forma de esclavitud e ignorancia. Hay que entender las tradiciones y la religión que rigen la cultura marroquí, antes de publicar un juicio.

Son las costumbres lo que hay que cambiar y la mentalidad de algunos hombres, por lo general la mujer es inteligente para cambiar las cosas en su ámbito, en el entorno. La mujer puede hacer lo que quiera sin provacar problemas, poco a poco, no de golpe.

Se ha notado un cambio importante en la ultima década, la mujer se ha introducido en muchos de los ámbitos de la sociedad gracias a tener un mayor acceso a la educación, herramienta que le posibilita entrar en el mercado laboral.

En el parlamento marroquí hay 35 mujeres, también hay un importante número de ellas ocupando puestos en el funcionariado, en educación y en la sanidad.

Ahora se puede olvidar el tópico de la mujer árabe sumisa, que no tiene educación y solo se dedica a su casa y a los hijos. Aunque hay que aclarar que existe mucha diferencia entre la mujer urbana y la rural, ya que esta última todavía prestenta un porcentaje de analfabetización del 46%. La sociedad no puede pretender funcionar sin las mujeres, es como un cuerpo con dos mitades (las mujeres y los hombres) y no puede faltarle ninguna de ellas, las dos mitades son igual de importantes.

Mariam Elabbouti